Noche primera
-“¿Con quién te acuestas ahora?” me preguntó una amiga por teléfono.
-“Con Sandor” le contesté a toda velocidad con mucha sorna. Nos empezamos a reir… Aquello se convirtió en una broma privada, ya que anteriormente me había acostado con Marguerite y había llorado mucho… estaba yo muy siglo XX entonces, hasta Zweig había también pasado por mi cama.
Recibí mucho aliento de todos ellos, entendí mejor qué significaba vivir, había sentido su respiración y su pensamiento en la soledad de la noche.
Noche segunda
Trabajando. Tantas noches de trabajo solitario, concentrada, muy concentrada. Escuchaba una grabación legendaria de las Variaciones Goldberg a piano. De repente alguien me hablaba muy bajito, me cantaba… miro hacia atrás… nadie… investigué la habitación, la casa. Los demás dormían. Nada… “Lucia, estas pirada” pensé. Alguien me había cantado, había recibido un aliento cercano, una respiración. No tenía explicación pero estaba segura de ello.
Intenté olvidarlo. Años después descubrí que sí, que Gould , (a partir del minuto 2 segundo 20 para los impacientes) me había cantado. Había recibido su aliento.
Noche tercera
Conduzco absorta. Oscuridad, viaje largo, los haces de luz de los faros por delante… estoy escuchando a todo volumen una canción de Mahler. Sé que es Christa Ludwig la que canta y poco más…!qué más dará! De repente la oigo… una exhalación, el aliento de alguien que no está conmigo pero que me acompaña en el momento que más me gusta de la melodía, ahí está. La exhalación de la creación, el éxtasis, el aliento de la belleza, de la vida.
Noche cuarta: BOSQUE #IMPRCIBL
Sí, ya es una realidad. Parece mentira pero comenzamos. Estamos empezando a plantar un bosque. Me sale la sonrisa al escribirlo. Un bosque impredecible.
Plantamos y exhalamos. Respiramos, observamos la belleza.
Nuestro bosque impredecible es nuestra búsqueda de aliento, nuestra exhalación ante la inexplicable belleza de la vida. Nuestro regalo al planeta Tierra que tanto nos da.
Un aliento, el de los árboles, que es el aliento de las personas. Pero os lo cuenta Andi mucho mejor que yo en el siguiente artículo.
Porque, a ver… ¿A que no sabéis cual fué la primera pareja interracial del cine? Interracial y llena de clichés. Vais a alucinar.
Lo descubriréis en una versión coloreada y (amablemente) racista. Sí, me lo contó Zadie Smith. Sí… una noche que me acosté con ella.
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Sándor Márai “Tierra, Tierra” (Föld, föld, 1972) Traducción de Judit Xantus Szarvas. Editorial Salamandra 2006.
Marguerite Duras “El dolor”. No recuerdo ni la traducción ni la editorial, recuerdo que fué un ejemplar de la red de Bibliotecas de Euskadi. Y me sobrecogió profundamente.
Stephen Zweig “El mundo de ayer. Memorias de un europeo.” Escrita poco antes de su muerte (1939-1941) se publicó póstumamente. La version que pasó por mi cama es una traducción de J. Fontcubeta y A. Orzeszek. Publicada por Acantilado en 2014.
Bach. The Goldberg Variations BWV 988. Glenn Gould. CBS Records Masterworks 1982.
Mahler. Das Lied von der Erde. Christa Ludwig. René Kollo. Filarmónica de Israel dirigida por Leonard Bernstein. CBS Records Master Works. En el sexto lied “Der Abschied” se escucha en un momento preciosísimo la exhalación del director –o por lo menos yo siempre me lo había imaginado así, podría ser de cualquier otra persona…-.. Y me conmueve especialmente.
Zadie Smith “Swing time”(2016). Publicada por Penguin Random House UK en 2017.